La ciencia y la teología son pensamientos que se complementan, que utilizan un lenguaje distinto para hablar de la misma cosa, aseguró el Dr. Pedro de Velasco, S.J., miembro del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana.

“La fe nos habla de los sentidos, motivos y fundamentos últimos de la vida y la ciencia de los cómos, la forma concreta de vivirla, cuidarla y multiplicarla”, dijo el sacerdote jesuita durante su participación en la mesa de diálogo "¿Darwin vs. la Compañía de Jesús?".

El también doctor en teología por la Universidad Católica de París dijo que es paradójico que actualmente se siga discutiendo la importancia de la religión y la ciencia en un mundo postmoderno que se ha definido a sí mismo como decepcionado de la razón y sin esperanza del futuro.

En el acto, organizado como parte de las actividades del Festival del Centro Histórico, De Velasco detalló que el pleito entre la religión y la ciencia nació cuando esta última intentó quitar del pedestal a la fe y ponerse en su lugar para explicar el origen de la vida, del hombre y del mundo. Dijo que la religión no puede decir cuestiones sobre la ciencia porque no es su campo de conocimiento, mientras que la ciencia no se puede ocupar de la existencia de Dios porque eso le corresponde a la teología.

De Velasco mencionó que la bandera del darwinismo fue usada para exterminar al pueblo judío y que gracias a la teoría de la sobrevivencia del más fuerte se iniciaron algunas guerras.

En la mesa de diálogo también participó Luis de Tavira, director artístico de la Compañía Nacional de Teatro, quien hizo hincapié en que fueron algunos jesuitas identificados con las ideologías del Vaticano, quienes intentaron descalificar las teorías de Darwin; sin embargo, destacó que hubo muchos otros que dieron cabida al debate entre ciencia y religión y reflexionaron sobre la compatibilidad, incompatibilidad o complementación de ambos pensamientos.

Otro de los ponentes del acto, el científico especializado en biología evolutiva, Antonio Lazcano, coincidió en que es posible conciliar las enseñanzas del catolicismo con la teoría de la evolución con tres excepciones: el origen de la vida, el origen del hombre y del alma humana, tendencia que muchos jesuitas apoyaron a pesar de ir contra los regímenes que en ese momento se encontraban en el poder.

La Universidad Iberoamericana sabe la importancia de la presencia jesuita en la educación como un modelo único de enseñanza, síntesis de ciencia y humanismo, forjador de grandes líderes que han dejado su huella en todos los ámbitos y disciplinas. Destacados personajes que innovaron el pensamiento y el arte de su mundo llevan el sello jesuita en su formación, entre ellos Renés Descartes, Voltaire, Molière y James Joyce.

AA/ ah