Crisis medioambiental marca también oportunidad de crear nuevas formas de cuidar el planeta: especialista

Jue, 14 Mar 2024
El Dr. Monseñor Bruno-Maire Duffé, ex vicario episcopal de la Diócesis de Lyon, en temas de salud y cuestiones sociales, señala que se debe reforzar la relación del ser humano con la tierra
Cuenta con más de veinticinco años como profesor en la Universidad de Lyon

Los desafíos ecológicos actuales son muy distintos de los que se han enfrentado las generaciones pasadas, por lo que es necesario aplicar un cuidado a la ecología de manera integral, lo que quiere decir que debemos seguir actuando con verdad, libertad, innovación y la habilidad de convertir las crisis en oportunidades, pues sólo así lograremos un cambio en nuestra mentalidad para solucionar la problemática ambiental que tenemos actualmente, afirma el Dr. Monseñor Bruno-Maire Duffé, Académico en la Universidad Católica de Lyon.

Para hablar de los retos que tenemos en materia ecológica, la Cátedra para el bien común de la Universidad Iberoamericana (IBERO), Ciudad de México, organizó la ponencia, Ecología Integral y Fraternidad Universal: El desafío del siglo, vía Zoom. Donde invitó al Sacerdote Monseñor, para hablar sobre los desafíos y oportunidades que tenemos respecto al tema ambiental.

 

El Doctor en Filosofía y Profesor de Ética Social y Médica llamó a pensar en la relación que existe de las personas con la tierra, y dijo que se deben “mirar con atención y positividad los elementos que nos rodean”, para poder descubrir, aceptar, respetar y entrar en diálogo con todas las diferentes manifestaciones de vida.

Contemplar a los seres vivos, desde los árboles, el mar, los animales y, más que todo, las caras de los seres humanos, pues llama en nosotros la capacidad de conocer, entender y compartir. Eso es esencial para un actuar que respeta la alteridad de la naturaleza tanto como de los vivos y humanos”.

El especialista en temas de salud y cuestiones sociales reflexionó sobre la posibilidad de pensar en la responsabilidad humana y su manera de vivir con la tierra, resaltando el tema central de la ecología y las consecuencias sociales que le afectan, como programas de economía, comercio, avances tecnológicos, vida social y política.

Explicó que esta reflexión pone tres consideraciones determinantes para el cuidado del planeta.

  1. La experiencia de la tierra por sí misma: ¿cómo miramos a la tierra y cómo la tierra nos habla?
  2. El paradigma del desarrollo: la inspiración esencial que hemos tomado en cuenta durante los dos siglos pasados, como: la instrumentalización de la tierra, la prioridad de las finanzas, antes de la relación con la tierra, y la autoridad teórica y práctica de la técnica y la tecnología
  3. La acelerada transformación de las comunidades humanas sometidas al poder tecnocrático

“Se habla desde una generación del cambio climático y al mismo tiempo de problemas sociales, de educación, salud, particularmente con la pandemia del COVID 19, empleo, migraciones y derechos humanos. Nuestro modelo de desarrollo humano integral intenta poner en movimiento a todas y todos aquellos que quieren una conexión entre los desafíos de la ecología y de la vida común.

Reconoció que algunos de los grandes retos para el cuidado del medio ambiente, son la globalización y la poca cooperación internacional que se ofrece para resolver problemáticas como el cambio climático, migraciones, desigualdades, salud, armas y guerras, corrupción, etc.

Monseñor Bruno enfatizó que los desafíos del futuro, son los desafíos del presente, por lo que llegará un punto en el que en lugar de combatir entre nosotros, tendremos que compartir estrategias y métodos para poder construir un “mundo abierto”, donde el bien común pueda ser considerado algo natural, y que sea transmitida de generación en generación.

Explicó que una buena forma de iniciar la cooperación es reconocer lo que tenemos en común y consentir a proteger las condiciones del futuro, ya que son temas que urgen atender.

Asimismo, compartió algunas acciones que todas y todos podemos comenzar a realizar para mejorar nuestro entorno, y comentó que “por muy pequeñas que parezcan, todo gran cambio comienza así”.

  • Pensar en los recursos y el cuidado del planeta. En especial en el tema del agua, ya que es uno de los elementos vitales que debemos procurar con mayor esfuerzo.
  • Compartir los conocimientos y experiencias con la atención a lo que puede proteger las condiciones de la vida y de la paz
  • Quitarnos la idea de que mientras uno se encuentre bien, los demás no importan. Es fundamental tener una mejor cooperación por parte de la sociedad
  • Creer, esperar y amar: fe, esperanza y amor

 

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández

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