Tras darse a conocer los resultados de la evaluación de la edición 2022 del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en ingles), que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), distintos agentes del ámbito educativo mexicano han abierto el debate sobre si el país va en decadencia respecto de su educación. Sobre este tema, la Dra. Arcelia Martínez Bordón, académica en el Departamento de Educación de la IBERO, indicó que los resultados obtenidos eran predecibles debido al mal manejo que las autoridades han ejercido sobre el sistema educativo del país durante los últimos años, en especial durante la pandemia de COVID 19.

Para la especialista en el análisis y evaluación de políticas educativas, que México haya quedado en el lugar 51, de los 81 países que fueron evaluados, refleja un retroceso de 20 años en nuestra educación, a pesar de los esfuerzos que han hecho los gobiernos por mejorarlo.

De acuerdo con Arcelia Martínez, uno de los factores que perjudicó al sistema educativo fue la eliminación de instituciones que podían evaluar el desempeño académico a nivel nacional. Recordó que fue en mayo de 2019 cuando el Presidente López Obrador aprobó la reforma educativa, haciendo desaparecer el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el cual se encargaba de evaluar la educación pública y privada de preescolar, primaria, secundaria y media superior. Ello provocó la cancelación de ejercicios sistemáticos y públicos en materia de evaluación de aprendizajes, como las pruebas Plan Nacional de Aprendizajes (Planea).

Añadió que se le debe sumar el hecho de que, por dos años, tanto el estudiantado como la docencia de las escuelas, a pesar de sus esfuerzos por continuar con los programas académicos, no lograron los objetivos planteados debido principalmente a que no todos tenían los mismos recursos ni oportunidades.

“A pesar de la ayuda que brindó la SEP, la estrategia planteada resultó ineficiente debido a la poca relevancia de los contenidos y a los horarios de transmisión por televisión, además de que algunos necesitaban la compañía de los tutores de las niñas y niños. Algunos estudiantes no tuvieron acceso a dispositivos como computadoras ni a teléfonos móviles de uso individual, a veces ni acceso a internet”.

Señaló que, si bien este suceso también afectó a países como Canadá, Finlandia y Alemania, regiones donde normalmente tienen promedios altos, no debe dejar de preocuparnos la situación en nuestro país, y dijo que este tipo de evaluaciones nos ayudan a identificar las áreas de debilidad de nuestro sistema educativo.

“Gracias a estas pruebas podemos compararnos de manera internacional, y así ayudarnos para aprender mejores prácticas globales, nos apoya para saber qué hicieron los países que se mantuvieron e incluso escalaron en la evaluación, como son el caso de Singapur, Corea del Sur, Japón y Filipinas”.

Advirtió que los futuros funcionarios del gobierno federal deben tomar en serio este tipo de evaluaciones, pues ayudan a la identificación de áreas prioritarias para la mejora del sistema educativo. Señaló que los resultados de PISA 2022 son una buena excusa para tratar el tema de la educación en México, pues no sólo reflejan una situación momentánea, sino retos antiguos aumentados por la pandemia.

“Si el próximo año no se planeta un nuevo rumbo para la educación, donde sea una prioridad de la política estatal y no un tema de discursos políticos y rentabilidad electoral, los niveles en las siguientes evaluaciones serán peores”.

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández

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