Los sacerdotes, como otros actores de la sociedad, están inmersos en un contexto de violencia y son vulnerables frente a grupos delincuenciales o del crimen organizado, por su acción a favor de las comunidades, expresaron académicos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Tras el asesinato de los curas Alejo Nabor Jiménez y José Alfredo Suárez de la Cruz, cuyos cuerpos fueron hallados entre Poza Rica y Papantla, en Veracruz, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó que la “violencia y la inseguridad se han enraizado en nuestra sociedad”.

El doctor José de Jesús Legorreta Zepeda, catedrático del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad, afirmó que el sacerdocio no escapa a los riesgos que corren otros y otras ciudadanos en zonas de violencia en México, es decir, no es exclusivo de los representantes de la Iglesia.

Afirmó, que incluso periodistas, defensores de derechos humanos, migrantes, choferes, locatarios, son blanco de mayor violencia. Agregó que las agresiones contra sacerdotes devienen de “algún comentario o acción” que sea percibido por los grupos delincuenciales en contra de sus intereses.

Por su parte, la maestra Christa Godínez Munguía, de la misma área dentro de la IBERO Ciudad de México, afirmó que también son violentados “otros agentes pastorales: religiosas, religiosos, catequistas, laicos comprometidos, que quieren ser fieles al Evangelio, a las enseñanzas de Jesús”.

“Desde la fe, los ministros y agentes de pastoral se comprometen y denuncian injusticias, que perciben en los distintos contextos donde viven. Así denuncian la situación contra los migrantes, indígenas, la injusticia social y la actuación del crimen organizado. 

“Ante esto, hay grupos de poder para los que ellos y ellas son un obstáculo. De ahí que algunos hayan sido asesinados, otros torturados y otros reciben amenazas”, señaló. 

Sacerdotes en México, entre extorsión y muerte

Con el homicidio de Nabor Jiménez y Suárez de la Cruz, suman 14 los sacerdotes muertos en lo que va de este sexenio; además de un seminarista y un sacristán. También se tiene registro de que dos curas están desaparecidos, de acuerdo con el Centro Católico Multimedial (CCM).

En 2014, esta organización publicó el reporte El riesgo de ser sacerdote en México, que compiló los atentados y crímenes contra miembros de la Iglesia católica, en el periodo de 1990 a diciembre de 2014. En 24 años, fueron perpetrados 47 atentados, con un total de 45 asesinatos y dos desapariciones.

El análisis arrojó que las entidades en México donde es más peligroso ejercer el sacerdocio son: Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México y su zona conurbada.

El año pasado, el Departamento de Estado de Estados Unidos presentó el informe Libertad religiosa internacional, con una mención especial hacia México y con un panorama complejo para los sacerdotes,  “víctimas de intentos de extorsión, amenazas de muerte, e intimidación por parte de grupos criminales organizados”.

Grey católica debe alzar la voz por la violencia

Ante tales hechos, el profesor Legorreta Zepeda señaló que la “grey católica debiera responder contra la violencia que hay en el país en general, la cual afecta familias enteras. Hoy en México hay más de 35 mil desaparecidos. Ante eso, mal haría la grey en defender sólo a sus ministros, cuando gran parte del resto de los fieles está siendo violentado”. 

Iván Cabrera